Día tras día, las redes sociales tratan de reinventarse y añadir elementos que fomenten la interactividad de los usuarios, el atractivo de las publicaciones y la viralidad de los contenidos.
Una muestra ciertamente relevante y bastante interesante de este fenómeno, desde el punto de vista del marketing digital y en redes sociales, lo está llevando a cabo Twitter con la integración de emojis, o emoticonos, que se activan automáticamente solamente con incorporar en nuestro tweet un hashtag determinado.
Más allá de que esta idea fuese probada en ámbitos más reducidos, como pudo ser la Eurocopa de Francia 2016 o el pasado Festival de Eurovisión, el verdadero ‘pistoletazo de salida’, nunca mejor dicho, de la difusión global de emojis automáticos tuvo lugar en la recién concluida edición de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Para fomentar que sus usuarios se sintieran más atraídos por comentar lo que estaba sucediendo a sus deportistas en las distintas disciplinas olímpicas, Twitter puso en marcha no solo la integración de un emoji automático relacionado con el hashtag #Rio2016, sino la posibilidad de incorporar hashtags específicos sobre momentos concretos de las olimpiadas, o incluso para poder aludir a la nacionalidad del autor del tweet o como complemento al tema tratado, tal y como se puede observar en este enlace.
Del mismo modo, los responsables de Twitter han dejado clara su intención de desarrollar esta práctica en determinados eventos de carácter nacional, en los que estimen que se producirá una generación de contenidos considerable en su red social, tal y como ha ocurrido esta semana con el Debate en el Congreso de los Diputados para tratar la investidura de Mariano Rajoy, asociado al hashtag #InvestiduraRajoy.
Más allá del efecto visual y notable incremento del atractivo que permite la integración de estos hashtags automáticos, diversos estudios realizados por la propia empresa, y comentados en los últimos días en diversos medios de comunicación, confirman que la integración de emojis en los tweets implica un aumento considerable de las conversaciones, hasta el punto de que la viralidad de dicha publicación se multiplica incluso por tres respecto al mismo tweet sin complementos, siendo aun mayor entre los jóvenes de entre 18 y 25 años.
A nivel del social media marketing y teniendo en cuenta que, según fuentes como Buzzfeed, el desarrollo de un emoji automático por parte de Twitter supone un coste de alrededor del medio millón de dólares (unos 450.000 euros), si queremos poner de manifiesto el enorme potencial que ofrecen los emojis en el desarrollo de campañas de marketing en Twitter.
Por ello, a la hora de redactar tweets corporativos, te recomendamos que consideres la incorporación de emojis que guarden relación directa con la temática de tu mensaje, ya que esto incrementará considerablemente su carácter visual y el nivel de visibilidad e interés para tus seguidores.
